globo animado

Todos los hijos

Llevo tanto sin escribir que las palabras se precipitan como un granizo y con un sonido denso de piedra helada se amontonan y hacen temblar el rincón último de mi encéfalo. ¿Has visto todos los huesos? ¿Los has visto abrirse paso en una piel marrón finísima? Quebrar las espaldas y las clavículas, el punto exacto donde besas el cuello de tus hijos, donde acaricias su nuca, el centro antes redondo...

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