La epidemia de obesidad: cambiar el modo de vida

Ya hemos dicho que la persona que padece sobrepeso u obesidad, por norma, no desea encontrarse en esa situación, del mismo modo que el asmático no quiere precipitar una crisis.

Hemos visto como la obesidad es multifactorial y cómo si queremos combatirla debemos hacerla teniendo en cuenta todos esos factores que intervienen en su génesis.

Hoy quiero detenerme a hablar sobre cómo se maneja la epidemia de obesidad desde los centros de atención primaria.

La epidemia

Si te dijesen que esta pandemia que vivimos ahora, que el dichoso COVID-19 se erradica con un cambio de estilo de vida, seguramente saltarías de alegría pensando que ya tenemos cura, y que será cuestión de unos días. Pero estás muy equivocado. Cambiar toda una vida es una tarea compleja que requiere formación, educación, apoyo y medios para ponerlo en marcha; así como una revisión constante de estos cambios para poder mantenerlos a largo plazo. Así que cuando a una familia con sobrepeso o con un niño con sobrepeso/obesidad le decimos que esto es muy sencillo que es solo comer bien y ejercicio… le estamos pidiendo un cambio en sus hábitos vitales, y eso, créanme, no es nada sencillo… ya estaríamos rezando los gordos por una vacuna. Así que no, no es fácil cambiar el modo en que se ha vivido hasta entonces.

¿Pero por qué no lo hacemos bien desde el principio?

Pues sí, esta es la pregunta clave. Qué nos lleva a encontrar que a menudo las personas que tienen un problema de sobrepeso/obesidad han construido su vida sobre hábitos insanos.

La producción no controlada de alimentos no saludables está generando una doble carga de obesidad y desnutrición, que se verá agravada por el cambio climático. Esta «sindemia global» es la mayor amenaza para la salud humana en todas las partes del mundo.Informe de la Comisión de Obesidad de The Lancet. (enero 2019)

Estos días vamos a analizar por qué hemos construido una sociedad sobre estos malos hábitos, dónde quedan los niños en esta historia moderna de la obesidad, y por qué es evidente que las estrategias puesta en marcha para combatirla desde el gobierno, las comunidades, la atención primaria, la ley… son del todo inadecuadas.

Hace falta una nueva forma de enfocar el problema, hace falta un mayor compromiso por parte del gobierno, es necesario perseguir la publicidad engañosa de la industria, hay que invertir en educación en salud.

Ya veis, con lo que desearíamos todos los gordos sentarnos a esperar una vacuna. Así que, sí, la COVID-19 es una pandemia y mata, pero también lo es la obesidad, y tristemente, para esta segunda, no parece que vayamos a tener vacuna

 

 

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