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Vámonos de concert

A veces en consulta, mamás molonas  me preguntan sobre cuándo pueden ir con su hijo de conciertos.

Para poder responder correctamente necesitamos analizar varios puntos.

El niño menor de 3 años

El oído del menor de 3 años es más sensible y en general deberemos evitar en estos niños exposición continuada a ruidos.

Un sonido va  hacer daño atendiendo especialmente (y simplificando mucho) a dos aspectos:

  1. Intensidad medida en dB
  2. Tiempo de exposición

Así, un sonido suficientemente intenso puede llegar a causar sordera completa si nos exponemos a él tan solo 15 minutos.

Si decidiésemos ir a un concierto estaría bien dar pequeños descansos a los oídos pasados un rato.

Por otra parte, en bebés menores de 12 meses tendremos que tener en cuenta que el ruido no solo va a producir un daño auditivo si no también situaciones de sobresalto y estrés. Él no sabe por qué de repente alrededor todo es intenso e inesperado. Podemos precipitar respuestas de miedo: taquicardia, hipertensión arterial, llanto, sudoración…

Eso por ello que no se recomienda, por ejemplo, acudir al cine con niños menores de esta edad salvo a sesiones especiales (sesiones teta) en las que se modifican las condiciones: más luz y menor sonido, para adaptarlas a los más pequeños.

 

El espacio

El espacio en que se desarrolle la actividad también es importante. No será igual que se trate de una sala cerrada (tipo discoteca) a que estemos hablando de un festival al aire libre.

PREFERIREMOS SITIOS:

  • Al aire libre
  • Con posibilidad de alejarnos de la zona de altavoces; y es que esto es lo que debemos hacer siempre. Vamos a intentar estar en una zona de 60-70dB
  • Con espacio para movernos. El niño necesitará correr, estirar la piernas, descansar…
  • Con posibilidad de salida rápida. Fundamental cuando hablamos de aglomeraciones de gente, ya sean conciertos, cines, teatros o una semana santa en el centro de Málaga.

El tipo de música

Y es que aunque yo también sea a ratitos punkarrera habrá que entender que sonidos ambiente estridentes, muy agudos o con muchas variaciones van a  causar más sobresalto y más estrés que una sesión de tranquileo de Andrés Suárez.

Así, sería más fácil mantener al niño tranquilo escuchando música clásica que a Evaristo de La Polla Record.

Los auriculares

Ya sabréis las nuevas mamis indies que existen auriculares para atenuar el ruido que se produce en estos conciertos. Estos dispositivos, dependiendo de su calidad van a atenuar el sonido hasta en 30 dB.

Se recomiendan para tratar de que el niño no reciba más de75 dB.

Decibelios

Un decibelio es el modo en que medimos el sonido.

 

Los decibelios actúan como unidades logarítmicas, cada unidad extra multiplica el valor inicial. Esto quiere decir que un aumento en 3 decibelios multiplica por dos la potencia, un aumento en 10 dB la multiplica por 100, y en 60 dB por 1000000.

  • El oído humano percibe desde 0dB-120-130 dB.
  • Hablamos de un umbral seguro hasta 80 dB, perjudicial por encima de 90-120 y por encima de 120 se establece el umbral del dolor.
  • Deberíamos proteger a los niños evitando exponerlos a sonidos por encima de 75 dB (la embarazada por encima de 100dB)
  • Un concierto va a producir habitualmente sonidos de hasta 120 dB

 

Aplicaciones para medir decibelios:

Os dejo una lista de apps que nos permitirán medir los dB desde nuestro terminal.

La más recomendada es la que aparece al inicio de la lista, pero ¡juzguen ustedes mismos!

  1. Decibel-X
  2. Soundmeter Pro
  3. Noise Meter
  4. Niosh Sound level meter
  5. Sonómetro

En resumen

  • Sentido común
  • Ojo que  a veces nos queremos llevarlos a un concierto del Robe de tranquileo y sentaditos pero nos metemos un fiestón de los cantajuegos con el mismo nivel de dB, a precio de gira de despedida de Extremoduro  y con evidente daño no solo auditivo si no psíquico para nosotros, pobres padres.
  • Evitemos conciertos en menores de 3 años, en general, salvo que podamos garantizar que vamos a exponer al niño a un nivel de db por debajo de 75, que existe un espacio adecuado y unas buenas condiciones de seguridad.
  • Recurramos a los auriculares de protección si es necesario.
  • Alejémonos del escenario y los altavoces.
  • Hagamos uso de las apps (¿no somos modernas? pues demostrémoslo) para orientarnos sobre el nivel de ruido

Y no os olvidéis de disfrutar, de enseñar la buena música a las futuras generaciones.

Que los cantajuegos no nos coman el pastel. ¡Hay vida más allá de La vaca Lola!

 

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