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Reflujo gastroesofágico

Seguro que ya os suena que los bebés echan «bocanadas», que regurgitan o vomitan con cierta frecuencia. Vamos a detenernos en analizar este trastorno digestivo leve y transitorio en el recién nacido/lactante y a diferenciar el reflujo fisiológico (normal) del patológico, ya que este segundo va a precisar tratamiento.

 

Diferencia entre vómito y regurgitación

  • El vómito suele ir en el contexto de un niño enfermo, tiene fuerza, va asociado a nauseas y malestar y suele provocar llanto
  • La regurgitación ocurre de forma pasiva, sin esfuerzo, el bebé está tranquilo, no llora y se muestra confortable.

 

Concepto

  • En el reflujo lo que ocurre es que el contenido del estómago asciende de nuevo por el esófago del bebé llegando, o no, a la boca.
  • Esto ocurre porque el esfínter esofágico inferior que debe cerrarse una vez llega el alimento al estómago es aún incompetente y cuando llenamos la bolsa del estómago de contenido esa puerta entornada deja pasar parte de ese contenido otra vez hacia arriba.
  • Así que lo primero es asumir que la mayor parte de los reflujos tendrán que ver con una inmadurez conocida del bebé y por tanto resolverá, como otros muchos trastornos digestivos leves, simplemente con el paso del tiempo.
  • Un 75% de los lactantes menores de 4 meses lo padecerán.

 

Síntomas

  • A menudo el único síntoma de este reflujo es que vemos que el bebé echa tras las tomas. Esto puede ocurrir inmediatamente, en cuyo caso el contenido que vemos es muy parecido a la leche que acaba de ingerir, o bien tiempo después. En este segundo caso los que encontramos en leche parcialmente digerida, por lo que tiene apariencias de requesón y agua. Es muy frecuente que cuando veis la leche parcialmente digerida preguntéis si es normal. Pues sí, es normal.

  • El bebé con reflujo fisiológico es un vomitador feliz. Come bien, regurgita, y se queda tan pancho.
  • No hay esfuerzo, no hay náuseas, no hay llanto… simplemente vomita y sigue su vida felizmente.
  • Otras veces el contenido no llega a la boca pero identificamos posturas defensivas del bebé ante el ascenso del contenido. Estira el cuello y traga.
  • En ocasiones este reflujo puede producir cierto disconfort que acabaremos catalogando de «cólico».
  • Raras veces ese reflujo precipitará una enfermedad por reflujo.

 

Enfermedad por reflujo (ERGE)

  • En la enfermedad por reflujo el bebé no esta bien, ese ascenso ácido puede provocar un estancamiento pondoestatural (el bebe no gana peso y no crece).
  • Además pueden desarrollarse otros síntomas como tos crónica, dolor al tragar (disfagia), anemia, sangrados…
  • Estos casos son infrecuentes (prevalencia del 8%) y requieren un manejo especializado, realización de pruebas complementarias complejas y tratamientos dirigidos.

 

¿Qué hay de los reflujos fisiológicos, cómo los abordamos?

  • En principio si el bebé está con una lactancia materna exclusiva NUNCA NUNCA NUNCA vamos a cambiar su alimento principal. Ya hemos dicho que es un bebé que gana peso y está feliz.
  • Se recomienda mantenerlo semiincorporado tras las tomas y no ponerlo a bailar break dance después de comer.
  • Por favor no hagas el ritual ancestral de «intentar sacar los gases» porque ya quedamos en que eso lo hace uno libremente cuando quiere y solo conseguirás que vomite con el meneo.
  • Si el reflujo es muy importante podría indicarse a la mamá retirar leche y derivados lácteos de vaca, oveja y cabra de su dieta para ver si se produce una mejoría, lo que nos indicaría que existe una alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV)
  • Si está con lactancia artificial podemos usar una fórmula más digestiva (Fórmulas digest o confort) que a veces son más sencillas de procesar y podrían disminuir el reflujo.
  • En reflujo intensos podría ensayarse una fórmula hidrolizada por si hubiese una alergia a la proteína de la leche de vaca como desencadenante del reflujo. Puede leer sobre alergia a la proteína en este enlace.

Las fórmulas antireflujo solo van a conseguir «maquillar» la situación. Y es que al ser más espesas (le añaden espesantes) el contenido es más complicado que llegue hasta la boca y por tanto que el bebé «eche». Sin embargo se ha evidenciado que incluso en esos casos en los que aparentemente el bebé echa menos el reflujo se sigue produciendo aunque el contenido no todas las veces llegue a la boca.

A veces las fórmula AR son difíciles de tomar y el bebé puede empeorar la ingesta. Yo no suelo usarlas porque, como digo, si se trata de un reflujo fisiológico tenderá a resolverse solo.

Cosas que ya no se recomiendan

  • Fraccionar las tomas. Las tomas debe hacerlas el bebé a demanda. No recomendamos disminuir la cantidad y hacer tomas más frecuentes porque la lactancia, ya sea artificial o materna, es siempre a demanda.
  • Hacer paradas durante la tomas. Esto a menudo los enfada, puede precipitar llanto y con ello es más sencillo que regurgiten.

Evolución

  • Como hemos repetido, el reflujo fisiológico va a resolverse solo cuando el bebe madure, el esfínter sea competente y los movimientos esofágicos y gástricos adecuados.
  • Si el bebé esta feliz y gana peso y talla no haremos nada.
  • A los 7 meses solo un 15% seguirá padeciendo RGE y la gran mayoría se resolverán antes de los 2 años de vida.

 

Otros tratamientos (Solo en ERGE)

Antiácidos y supresores de ácidos.

El más indicado sería el omeprazol, pero insisto que solo indicado en niños con enfermedad por reflujo, que padezcan una esofagitis, una inflamación tan intensa del esófago que produce dolor intenso.

Procinéticos

Actuán acelerando el vaciamiento gástrico. Si vacío pronto la bolsa repleta será más improbable que el contenido ascienda… No se recomienda, en general, por sus numerosos efectos secundarios.

 

No todo es RGE

Existen otras entidades que podrían hacer vomitar al lactante y tu pediatra sabrá diferenciarlas.

 

En resumen

  • El RGE es muy frecuente en el lactante y la mayoría se habrán resuelto antes de los 7 meses
  • Salvo que exista una ERGE no van a precisar tratamiento
  • En los RGE fisiológicos se indicarán medidas higiénicas y podría indicarse alguna modificación en la dieta del lactante o de la madre si el pediatra lo cree conveniente.
  • Las fórmulas AR no aportan gran ventaja ya que aunque pueden disminuir el número de regurgitaciones (vómitos), no disminuyen los reflujos.

Habla con tu pediatra y mira a tu bebé. Si esta sano, gana peso y talla confía en que es cuestión de tiempo. Hazte con un buen arsenal de baberos y respira hondo. Todo pasa.

 

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