Queridos reyes magos

20 de noviembre de 2021

RRMM

Todos los espacios mágicos

Queridos Reyes Magos,

Ha sido un año raro, como el día después de un apocalipsis. Estamos viviendo una resaca eterna en la que parece que nunca amanece por fin un lunes normal.

Salto de un día en otro, haciendo equilibrios, temiendo caer, sin saber a ciencia cierta si la caída permitiría al menos una pausa, “pero no te pares, sigue saltando”. 

Creyendo como creo en la magia de la noche de reyes, yo pido un imposible. Por favor dejadme tiempo para poder encontrarme con mi familia, para poder jugar con mis hijos sin mirar el reloj, sin recordar mails pendientes, sin una lista de deberes en la cabeza… Tiempo para construir una tarde infinita sobre el sofá, para redescubrir a mi pareja, para leer, para escribir… Tiempo para saber quién soy y dónde estoy.  Que existo más allá de esta madre cansada, de esta mujer que corre de un lado a otro sintiéndose siempre perdida e insuficiente. 

He entendido que el tiempo se compra, que unas mejores condiciones laborales me permitirían comprar horas para estar con mis hijos, ojalá algún día se acabe esta trampa del “todo es posible”, del sea usted madre incompleta y trabajadora a tiempo completo y sin derechos, anímese a serlo todo para acabar lidiando con la culpa de no llegar a nada, siempre a destiempo, siempre a trozos, siempre  a medio construir. 

Las mujeres liderando una guerra sin armas, siendo un ejército de viento tratando de barrerlo todo. Porque todo debe ser barrido para poder levantar un sistema en el que para sobrevivir no haga falta ser equilibrista, porque ya basta de caminar siempre en los márgenes y agradeciendo el espacio diminuto que nos permiten ocupar en las cunetas.  Somos tantas, y somos tanto, que es increíble que no hayamos tomado ya todas las primaveras con nuestros cuerpos repletos de flores.  Todas las mujeres merecen esta conquista. Ojalá. 

Ojalá este año me dejaseis un caja llena de momentos que pospongo, una capacidad mágica de no renunciar a nada. La caída de la piedra a un abismo de fondo blando, donde el tiempo se detenga una tarde de domingo, en la que Alejo construya ciudades de colores primarios y Abril baile una canción de Patty Smith, y merendemos alguna inconveniencia y nos traguemos las horas sin pensar, como quien engulle una quimera, que nadie nos vea devorar este instante, esta felicidad. 

Y bueno, por si acaso en esto de pedir tiempo me siguen demasiadas mujeres perdidas y se os agotan los minutos, como se nos agotan a nosotras, os dejaré una lista de regalos terrenales y la promesa de dejarme caer al menos una vez al mes, y qué le importa a nadie, si hoy atardece sin relojes, y seguimos bailando descalzos en el salón. 

Gracias por todas las noches de reyes, por todas las mañanas de ilusión. Gracias porque aún sé que lo importante sigue estando aquí, cuando por fin dejo de correr.

Un abrazo enorme a mis queridos Reyes Magos, mi ilusión infantil intacta.

Marta