globo animado

Inmunidad, polivitamínicos y “defensas»

Introducción

En esta entrada quiero hablaros de los complejo vitamínicos que proliferan cada vez más y que inundan el mercado de cápsulas de colores que pretenden tener a llave de la salud eterna y que consiguen medicalizar la vida del niño sano.
Supongo que ya tendréis claro cuál es mi opinión sobre este tipo de productos…
Como ya he comentado en entradas anteriores, y como me habréis escuchado decir mil veces, los niños se ponen malos.. Porque sí. Porque tienen que ponerse malos. Porque tienen que crear su inmunidad.
Un niño que nace es un organismo virgen en gérmenes salvo los colonizadores buenos que todos poseemos (bichitos que viven en nuestro intestino, en la superficie de nuestra piel… y con los que tenemos una convivencia agradable y saprofita, esto quiere decir, yo les doy casa y ellos a cambio realizan funciones para mí como por ejemplo ayudar en la digestión). De manera que nacemos limpios como una patena, esto suena bien, pero tenemos que hacer la segunda lectura, si estoy limpio de bichos, quiere decir que nunca he entrado en contacto con ellos, es decir, nunca he librado una batalla y por tanto, no tengo armas ni ejército para combatir a un enemigo que aún no conozco.

 

La primera batalla; inmunidad innata y específica

Y llega la guarde, y llega el primer invierno, y de repente salto al campo de batalla inocente y sin anticuerpos específicos para luchar contra los nuevos colonizadores que quieren aprovecharse de mí (no son saprofitos como los que hablamos antes, si no parásitos, sacan un beneficio a costa mía). Entonces, sin ejército, ¿Por qué no morimos?, es decir, si no tengo nada con qué luchar, ¿Por qué no perdemos todas las batallas? Y es que recordemos que aunque la lucha sea dura y pasemos meses con moco, tos o interminables días con fiebre, al final vencemos y los ingresos son bajos. ¿Con qué lucho entonces? Con mi inmunidad inespecífica.

Tipos de inmunidad

Hay dos tipos de inmunidad una innata, que nos viene como accesorio al nacer y otra adquirida que debemos construirnos nosotros. Es algo así como un primer ejército no cualificado que se defiende como puede con piedras, hondas, cerbatanas… y un segundo ejército, ya especializado con armas brillantes y altamente eficaces que conocen perfectamente al enemigo de veces anteriores y que han estudiado cada uno de sus movimientos. De este modo, en primera instancia, cuando entro en contacto las primeras veces con los bichos mi ejército chusquero y primitivo librará esas batallas, de modo que serán largas y tediosas, sin embargo, a medida que el contacto sea más frecuente, se irá formando mi ejército profesional por lo que las guerras durarán significativamente menos, y serán menos frecuentes (al veros el enemigo huye despavorido sin apenas signos de lucha).
Esa es la razón de que los dos primeros años de vida los niños tenga inviernos horribles y sin embargo a partir de esa edad mejoren sustancialmente hasta que por encima de los 5 años la patología se reduce muchísimo

Vitaminas

Nuestro organismo no puede sintetizar vitaminas de ahí la preocupación de todos los padres porque sus hijos reciban el aporte adecuado de vitaminas de forma exógena (esto es, a través de lo que comemos). Las vitaminas están presentes de forma natural en los alimentos. Así que en primera instancia es fácil entender que aquel niño que lleve una dieta sana y adecuada a su edad recibirá a través de la misma los aportes vitamínicos necesarios. Y hablo de dieta adecuada refiriéndome a la dieta que os indica el pediatra en consulta y atendiendo más a la variedad que a las cantidades, en el apartado de orexígenos y complementos para engorde trataremos el tema de la comida con más profundidad.

Vitamina D

Las vitaminas se nombran con letras del abecedario y por una de sus propiedades se han separado en dos grupos: las que se disuelven en grasas (liposolubles): A, D, E, K y F, y las que se disuelven en agua (hidrosolubles): B y C.
La vitamina D es un caso especial dentro de las vitaminas puesto que actualmente se recomienda suplementar en vitamina D a los recién nacidos lactados al pecho (es decir, con dieta que considero no solo adecuada, si no la mejor).

¿Por qué ocurre esto?

La vitamina D se ingiere como provitamina (esto es una vitamina inmadura, que aun no puede realizar sus funciones) a través de alimentos de origen animal y vegetal y posteriormente sufre una serie de cambios en nuestro organismo para transformarse en la vitamina madura. En uno de esos pasos de «maduración» de la vitamina interviene el sol. La radiación UV es necesaria pues para sintetizar vitamina D madura. La vitamina D madura se encarga de la absorción de calcio a nivel intestinal y por tanto tiene un papel fundamental en la osificación (formación de huesos). Todo esto, a grosso modo, discúlpeme la explicación si esto lo lee un experto…


Defienden los estudiosos del tema que la vitamina D es deficitaria en la leche materna y por tanto los niños lactados solo con pecho deben recibir un suplemento de la misma. Aquí me surgen dudas con respecto a la indicación de la vitamina, y es que yo me pregunto cómo la naturaleza es capaz de dar a una madre una leche insuficiente para criar a su hijo. Parece que justifican el déficit porque la exposición solar de madres e hijos es muy limitada hoy en día… Entonces, como primera medida, ¡tomemos el sol!. Y es que aunque los estudios hablan de una vitamina D insuficiente en la leche de madre, no han podido demostrar que este menor nivel de vitamina D se traduzca después en huesos de peor calidad ( la vitamina D se relaciona con la fijación ósea del calcio).


Entonces, ¿Qué debéis hacer? Yo como pediatra y basándome en las recomendaciones actuales no puedo dejar de deciros que las mamas que estéis con lactancia materna exclusiva deberías suplementar a vuestros hijos con 400 ui al día de vitamina D. ¿Hasta cuándo? Hasta que el niño ingiera la menos un litro de leche enriquecida en vitamina D, ¿qué quiere decir esto? pues que en el momento en que tomen un litro de diario de leche artificial (ya enriquecida en Vitamina D) podrán dejar de tomar el suplemento.

Otras vitaminas

Y ahora hablemos del resto de vitaminas, y sobretodo de los complejos vitamínicos que e exponen en las farmacias llenando estantes de botes de colores con abejitas, aviones, y de más imágenes atractivas y coloridas para que nuestro hijo entre en el juego de medicalizar todos los ámbitos de la vida.
Como dije al principio, un niño que hace una dieta variada no precisa ningún aporte externo de vitaminas adicional. Así que seamos sensatos, lo mejor es comer bien. La asociación americana de pediatría no recomienda la suplementación de niños y adolescentes con una dieta sana y variada y, respecto a los niños con bajo peso, insiste en que los suplementos vitamínicos no sustituyen ni son equivalentes a una dieta saludable. Evidentemente siempre hay que individualizar, cada niño es distinto y quizás hay niños que precisen la ayuda de algún complemento de este tipo, pero desde luego no de forma generalizada, y no sin control médico. Así que si hablamos de niños sanos no soy partidaria de utilizarlos, y aunque muchos compañeros pueden recomendarlas en un momento puntual, esto suele ser más por insistencia materna, ya que como muchos pediatras reconocen «daño no hacen», pero aquí me opongo; a mí si me parece dañino que un niño sano crea que precisa tomar pastillas a diario… ¿A vosotros no?

El empleo de suplementos de vitaminas y minerales es discutible, aunque tradicionalmente se hayan usado en pacientes malnutridos. No se ha comunicado ningún beneficio por su uso rutinario, exceptuando los casos con déficits específicos (vitamina D en presencia de raquitismo, etc.)

En general, no se deben usar este tipo de fármacos en un niño sano. Además revisamos qué significa comer “poco” ya que eso suele ser un juicio de madre, padre o abuela, el niño no comerá lo que un observador externo considera “normal” el niño comerá acorde a sus necesidades. Así que por poco que te parezca si el niño crece, salta, progresa y es feliz: no come poco, come suficiente.

El “problema de defensas”

¿Es normal que mi hijo enferme cada dos por tres? Sí.
¿No tendrá un problema de defensas? Probablemente no.

Los niños que de verdad tienen alguna alteración de la inmunidad (inmunodeficiencia) padecen con mucha frecuencia enfermedades graves; por ejemplo: mi hijo ha tenido más de 10 otitis este año, mi hijo ha tenido dos neumonías graves con ingreso, mi hijo necesita siempre tratar las infecciones con antibióticos intravenosos para mejorar…

De esta forma, se estima que los niños sanos tienen una media de 6-8 catarros cada año y hasta 6 episodios anuales de otitis media aguda y dos de gastroenteritis aguda en los 2-3 primeros años. La frecuencia de estos cuadros aumenta aún más si acuden a guardería o si tienen un hermano que acude a guardería.

Y algunas diréis, “Pero el mío enferma mucho más que otros» y puede ser cierto, existen niños que a pesar de ser más mayores siguen teniendo cuadros frecuentes y largos. Esto lejos de ser un defecto es más bien un exceso, me explico, esos niños tienen un ejército loco por entrar en batallas y cuando estas comienzan montan una guerra de lujo con toda la artillería que poseen, por ello, ante un contacto con el mismo germen algunos niños montan una guerra por todo lo alto (fiebre, tos, moco…) mientras que otros libran una mini batalla (algo de moco).
Paciencia y a seguir sumando días, ya queda menos…

“Es natural»

¿Natural es sinónimo de inocuo?

Propóleos, jalea real, ginseng… “Es que es natural” me dicen, y pongo cara raruna, a veces hasta ojos en blanco, reconozco que el disimulo no es mi fuerte… Natural amigas es la marihuana, la belladona, el opio, la coca… y no por ello necesariamente “sano”, todo dependerá de concentraciones, combinaciones y usos que le demos, ¿cierto? Así que natural no es equivalente a sano ni tampoco a inocuo, no nos equivoquemos. Y si tenéis tiempo y ganas leeros un artículos de la muy interesante “Las 10 plantas mas mortíferas” y temblad cuando os vuelvan decir que algo es natural.

Eficacia

Después de haber desmontado el “es natural”, voy a por la segunda parte; queremos que sirva para algo… ¿o no? Aquí fallan el 99%, y es que la gran mayoría NO HAN DEMOSTRADO EFICACIA FRENTE A PLACEBO o bien otra frase muy repetida SE PRECISAN MÁS ESTUDIOS PARA PODER ESTABLECER UNA RECOMENDACIÓN SOBE SU USO. ¿Qué quiere decir esto? pues o bien que no ha habido diferencia ninguna al comparar uso del producto milagro frente a agüita con azúcar o bien que los efectos logrados probablemente son en concentraciones muy altas, o en situaciones de laboratorio difícilmente reproducibles en la vida normal, o bien que los efectos logrados no pueden atribuírseles al producto con certeza. Imaginaos que yo os diga, como el otro día, que la masturbación produce granos… Sabéis que es mentira, ¿verdad? pero en realidad podría haber una falsa sensación de que esto ocurre simplemente porque la masturbación y el acné coinciden en tiempo; pues como esto hay miles de posibilidades, puedo tener sensación de una cosa se debe a la otra, pero debo demostrar una relación CAUSAL real y reproducible.

Conflicto de intereses

Cuando leáis estudios de eficacia de productos mágicos que ofrecen aparentemente resultados alentadores preguntaos quién financia ese estudio. Seguramente podáis acceder a esta información sin problema, entended que si el estudio está financiado por el laboratorio que fabrica y comercializa existe un claro conflicto de intereses. Lo ideal es encontrar artículos que recen “el autor o autores manifiestan que no existe conflicto de intereses”

La ley permite el engaño legal

Las leyes que rigen a los productos dietéticos no obligan a que se realicen ensayos clínicos que demuestren su efectividad y seguridad antes de su comercialización. Esto quiere decir que puedo vender propóleo a pesar de que la EFSA (autoridad europea para seguridad alimentaria) establece que no pueden atribuírsele toda la obra y milagros que hoy en día se le atribuyen (potencia defensas, mejora la digestión, efectividad antibacteriana y antifúngica…) y que además, no se puede establecer su seguridad, su interacción con otra medicación o su efecto en personas con enfermedades crónicas. “USEASE”, pueden, y de hecho lo hacen, engañarnos vendiéndonos un producto que la EFSA establece como no útil parar todo eso que promete (NO SIRVE) y además no seguro y para mas INRI no están obligados al comercializarlo a indicar cuáles son sus efectos adversos (DANGER)… Con el propóleo en particular la EFSA indica que se DESACONSEJA SU USO EN NIÑOS, embarazada, asmáticos…
Aplíquenle el cuento al propóleo, ginseng, jalea real, equinaccea, miel…
¿No os parece ahora que el lobo no es solo la farmacéutica? ¿No empezáis a temer todo toque encierra la herboristería, la parafarmacia, la ecotienda, el huerto jipi del albazin?

Herramientas tenéis ya para DUDAR, a partir de ahora elegís si hacer acto de fe o confiar en la ciencia.

Compartir:

2 Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  Acepto la política de privacidad

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Información básica sobre protección de datos

  • Responsable: Marta Garín Montañez
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@dragarinpediatra.com.
  • Información adicional: Más información en nuestra política de privacidad.