Especial verano: La comida basura
Verano: Alimentación, otra vez…
Con la llegada del verano, además, con frecuencia, exponemos a los niños a nuevos horarios, pérdidas de las rutinas habituales y a nuevos alimentos, los alimentos basura.
Los pediatras estamos altamente sensibilizados con la alimentación infantil, tenemos en nuestras consultas un importantísimo porcentaje de niños con sobrepeso, algunos obesos, prediabéticos o con cifras alarmantes de colesterol. Y mientras parece que parte de la población anda a la busca y captura del «todo ecológico», cosa harto difícil y muy muy cara, otra parte, o lo que es peor, incluso esas mismas personas, hacen uso de productos basura en sus bebés.
Y es que aunque parezca un chiste, han llegado a preguntarme ¿Cuántos Aspitos puede comer un niño al día?… Obvio que NINGUNO.
La máxima para mi es, “Mientras la alimentación de tu hijo dependa de tí, no ofrezcas alimentos basura».
Es decir, cuando tu hijo tenga 2-3 años y vaya a un cumple, no tiene que ser «el raro» que no puede tomar un batido, un poco de tarta o unos gusanitos ese día, pero hasta entonces, por favor, no ofrezcáis a diario al niño productos nutricionalmente malos, él no los va a conocer a nos ser que se los mostréis vosotros, y por tanto, seréis los únicos responsables de esa dieta inadecuada.Hablo de que niños de un año e incluso menores toman donuts, donetes, gusanitos, chocolates… a diario o al menos 3 veces en semana!!!!!!
Mi primera comida basura
Si eso es ya un drama, mucho más terrible es que la industria, además, disfrace la basura anteponiendo la locución «mi primer...» o poniendole detras un «junior» que hará creer (a quien quiera creerlo, claro) que es un alimento apto para bebés.
Vergüenza
La caca es caca para todos por más que la disfracemos con palabras engañosas, fotos de niños sanos e incluso (y esto es escandaloso) sellos de sociedades científicas, y es que fíjalos como muchos de estos insanos productos llevan el sello de la AEP (Asociación Española de Pediatría). Me parece que es inmoral que esto ocurra, apelan al criterio de autoridad de esta sociedad para recomendar un producto insano, para disfrazarlo, en definitiva para engañarnos, y el hecho de que la AEP se preste, bajo mi punto de vista, es como mínimo poco ético, y si somos claros, participar del timo que supone la industria.
Mis primeros lacasitos no solo son innecesarios sino también dañinos. ¿Os imagináis mi primer gin tónic o mi primer cigarro? Pues eso. De hecho ya hemos tenido y vivido, los más puretas como yo, los cigarrillos de chocolate o el champín…
Todo esto debería empezar a perseguirse y desde luego, lo que yo, como pediatra esperaría de la sociedad que nos agrupa es como mínimo una denuncia de estas estrategias de marketing basadas en mentiras y una promoción seria de la salud.
Por favor, no ofrezcas alimentos basura (alimentos que tú no tomas porque sabes que son insanos) a tu hijo.
No prohibamos que hagan excesos en fechas señaladas, en fiestas, en cumpleaños… pero mantengamos una dieta sana y equilibrada como rutina.
Esto es más que nunca salud, y esto es, de nuevo, educación.
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