Yo también

La imagen es de la genial Paula Bonet.

Se acabó, se acabó el repaso de la vuelta el cole, y sin embargo, esto acaba de empezar.

En el ultimo post hablé poco y tímidamente de mis miedos y ahora, de repente, siento la necesidad de exponerme y contaros que yo también dudo.

Parece que mucha gente piensa que por el hecho de ser profesionales sanitarios y seguir los protocolos que se establecen con esta interminable pandemia, aceptamos y celebramos cada decisión; y no, no es así, al menos no lo es en mi caso, y supongo que tampoco en muchos otros.

Lo primero que tengo que asumir para calmar a mis fantasmas es que yo solo soy una pediatra, ya está. No soy científica investigadora, no soy viróloga, no soy inmunóloga, no soy epidemióloga y no soy muchísimas cosas más que presupongo que sí son (si no es así, ya sí que me comería el miedo) la gente que decide sobre aislamientos, PCRs, bajas laborales y todo este trastero desecho en que se ha convertido el mundo.

Pero aún así, no creáis que esto es una fé ciega. Es decir, entiendo que por el mismo hecho de tratar de basar toda mi formación en el método científico, no dejo de cuestionarme y hacerme preguntas acerca de todo lo que ocurre. Y sí, yo también dudo.

Sin embargo, por encima de mis dudas, mis miedos y mis fantasmas, está mi profesionalidad y no puedo ni debo trasladar está inquietud propia a mis pacientes.Yo no solo soy médico, yo no soy un experimentador que observa los objetos/sujetos de su estudio, yo estoy dentro de esta misma experiencia, formo parte de ella y a veces, como todos vosotros, solo querría escapar.

Llego a este otoño cansada, algo desencantada, triste.

No entiendo como va a sostenerse este sistema actual de testeos masivos, de aislamientos masivos, de cierres de aulas.

No sé hasta cuándo van a seguir alimentándose los monstruos, cuánto va a crecer este miedo que ya paraliza muchas vidas.

Yo solo quiero poder seguir haciendo mi trabajo, poder ayudar y acompañar (y es que últimamente empiezo a sentir que sirvo de poco).

Ojalá cambie el escenario, ojalá.

Y no, no puedo describiros mis abismos porque eso no sería profesional ni responsable, pero sabed que también yo, en medio de todo esto, hay tardes en que siento que caigo.

(Y no, la duda, la mía, no es si debe ir al cole; el miedo, el mío, no es tanto al virus en sí cómo a la tierra quemada que va dejando a su paso)