Abril crece como una tormenta. Aparece y el viento agita los cimientos de una casa dormida, y huyen las ratas y se vuelan las telarañas y las sombras y ya no cabe más que su risa repitiéndose como un eco, espantando todo lo que celosamente guardábamos bajo las alfombras.
Abril es valiente y libre, es libre como solo se puede ser libre una vez, antes de todas las cadenas. Mi niña es libre como la locura romántica, como el primer beso, como correr hacia el desastre sin temerlo, con la esperanza de que en el salto, te crezcan alas nuevas.
Me gusta mirarla sucia y despeinada, la sé fuerte como una amazona, fuera de norma y feliz. Quiero pensar que el tiempo no va a robarle la ganas de seguir combatiendo(me) las tristezas de domingo, de seguir ahogando en flores cada trinchera de miedo.
El mundo es tuyo porque eres una mujer valiente, libre y despeinada.
Ojalá por siempre mi niña, una amazona en guerra.
Felices dos años.
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