La culpa de la mujer liberada

Lo hago MAL, MUY MAL.

A veces la gente reacciona a las cosas que publico, algo que no deja de ser una sorpresa muy chula para mí, y en ocasiones aprendo de lo que me contáis, o me reconforta los que decís, o me dais ideas para nuevos post. Hoy quería decirle a una chica que me comentó que diese consejos u os contase como me organizo para llevar para adelante mi familia (animal y humana) y mi trabajo y a mi misma: Lo hago fatal.

He usado otra ilustración de MAITENA porque me parece sublime que resuma tan bien el sentimiento de una madre trabajadora.

Ya os conté en “Puerperio que bonito nombre tienes” el drama inmenso de parir e incorporarte a trabajar con un bebe de 40 días en casa. Pues os diré que luego no mejora, al menos no en mi caso.

Mi trabajo me obliga hacer turnos de 24h (6-8 al mes, aunque ahora estoy haciendo solo 4) por lo que en esas 24h no veo a mis hijos. Duele. Duele primero por ti, porque los echas de menos, y duele por ellos, no sabéis lo que llega a escocer cuando Alejo me dice “Mami no te vayas”, o “No estabas mama, yo te llamé muy fuerte pero no estabas”… La leche que me extraigo es cada vez más escasa, y parece que estoy manejando oro liquido cuando la paso del recipiente extractor al que finalmente la conserva, os juro que derramé un día 60cc que me había extraído con mucho trabajo sobre mi pijama de guardia y lloré, primero en silencio, luego hasta con suspiros…

Está la otra parte, en el trabajo siento que a veces estoy al límite, quiero darme completamente, y creo que lo hago, pero me llevo una maleta de preocupaciones con nombres y apellidos cada tarde al salir de consulta, una lista para realizar llamadas y ver como siguen mis pacientes, un montón de propósitos de mejora del “negocio” porque la fin y al cabo, tengo que vivir de mi trabajo y aunque muchas no lo creáis no es nada fácil a día de hoy con los precios a los que nos pagan las consultas… de hecho no se puede… hay que hacer guardias para poder tener un sueldo.

Moco y Saco salen menos de lo que deberían y Saco empieza a tener sobrepeso… terrible madre de dragones que cría perros con problemas del primer mundo… mis hijos me echan de menos y necesitan que les renueve armario desde hace semanas, almuerzo sopa de tetrabrick los días en los que no tuve tiempo de planificar mis comidas, mi párpado izquierdo ha iniciado el baile de san vito desde hace meses y promete no parar, tengo un herpes labial que amenaza con comerme y se me cae el pelo a manojos…

Con Lucas no es mejor, le dedico poco tiempo o ninguno, incluso menos que a mi, porque yo, como mínimo, me dedico la ducha y las comidas (aunque estas sean malas y levantando varias veces mientras a mi alrededor todos gritan, de alegría, pero gritan).Nos prometemos todos los días que esa noche nos dedicaremos unos minutos (sin grandes pretensiones, “Qué tal te va, cómo te sientes» y poco mas… y sin embargo apenas nos da para murmurar un buenas noches y rozarnos la punta de los dedos antes de dormir.

No paro de tratar de pensar cómo lograr estar más en casa, no quiero perdérmelo, no voy a permitirme perdérmelo, no podría perdonarme perdérmelo.
Pero de momento, siento no poder dar consejos ni mensajes positivos con brilli-brilli….

¿Cómo se le pone purpurina a la CULPA?