Día mundial de la niña

Ayer, 11 de octubre fue el día mundial de la niña y quería pararme un segundo a pensar en la niña que fui, la mujer que soy, la niña que será Abril, la mujer que acabará siendo. ⁣⁣
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Tormentas y charcos

Yo de niña me recuerdo intensa y tormentosa, tranquila en apariencia y llena de olas. Me recuerdo nostálgica de nacimiento, romántica de vida, entreteniéndome en historias que no serían nunca desde que tengo uso de razón. Me recuerdo insegura, gorda sobre todas las cosas, asustada a veces, con temor a clavarme las espinas de otros, distinta, muchas veces sola. Me recuerdo feliz y escandalosa, maestra de ceremonias, domadora de fieras, pasen y vean, espectáculo y abismos, me recuerdo tan intensa como una adolescencia perpetua. Me recuerdo emprendiendo guerras perdidas, en ellas continuo batallando, no siempre con motivos nobles, a veces locos, egoístas, siempre románticos; recuerdo equivocarme y revolcarme en los charcos, recuerdo dormirme pensando en los reyes magos. ⁣ ⁣⁣

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Y la adolescencia no fue si no un prolongarse de aquel juego en la arena del patio, las dudas nuevas, otra vez las inseguridades, la prisa por crecer, las huidas por encima de las paredes, cuando el techo se volaba en las noches en que quería encontrarme a toda costa. La humedad en las bragas, los nervios, las primeras pérdidas y las derrotas sin punto seguido. Construirme a medias, siempre adolescente, siempre incompleta, de ahí despertarme con la obligación de ser adulta, con esas mismos miedos, las mismas esquirlas de los restos dañados, y de repente un cuerpo capaz de engendrar, y el miedo más atroz del mundo a que mis espinas le arañasen a ellos, a mis hijos, el alma, un miedo atroz a contagiarles la nostalgia y las tormentas.⁣ ⁣⁣
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Miro a Abril y la deseo feliz y segura, sobretodo segura, que se sepa con derecho a ser NIñA y MUJER libre, sin que nadie nunca le hable de ser distinta como un lastre social, la deseo corriendo sin ser una huída, la deseo fuerte y decidida, la deseo, ojalá madre sin miedos (como si eso fuese posible), de otra niña aún más fuerte, como si cada generación nos creciese como género, como grupo social, como humanas. ⁣

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A todas las niñas del mundo: que nadie os robe este vuelo.