Chupete 2: pros, contras y retirada

Pros y buen uso del chupete:

En primer lugar repasaremos las consideraciones que hace la AEPED (Asociación española de pediatría) sobre el BUEN USO DEL CHUPETE.

• En los recién nacidos amamantados es mejor evitar el chupete durante los primeros días de vida y no desaconsejarlo cuando la lactancia materna está bien establecida, habitualmente a partir del mes de vida, edad en la que comienza el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante.
• Debe recomendarse la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida como factor protector de muerte súbita del lactante.
• Los profesionales deben conocer que en ocasiones el uso del chupete es un marcador de que existen dificultades en la lactancia, por lo que deben identificar estas situaciones y adquirir las habilidades necesarias para ayudar adecuadamente a las madres, tanto con la técnica de la lactancia como infundiéndoles confianza en sí mismas.
• En los niños lactados artificialmente la recomendación de uso del chupete es especialmente importante ya que presenta otras características que pueden aumentar el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
  De este modo, la AEPED recomienda el uso del chupete incluso en niños con lactancia materna, en este último caso siempre iniciando su uso cuando la lactancia materna este plenamente establecida (mes de vida)

Teniendo en cuenta el estado actual de conocimientos sobre el uso de chupete y su influencia sobre el SMSL y sobre la lactancia materna, pueden establecerse las siguientes recomendaciones sobre su uso en lactantes:

• En niños con lactancia materna: ofrecer el chupete a partir de que se establezca claramente la lactancia materna (generalmente tras el primer mes de vida. El SMSL es excepcional en niños menores de esta edad).
• En niños con lactancia adaptada: ofrecer el chupete desde el/los primeros días de vida, sobre todo porque se ha visto una relación mayor con SMSL en estas madres.
• No es necesario volver a colocar el chupete si se cae durante el sueño.
• No untar el chupete en soluciones dulces.
• Retirar el chupete al llegar el año de edad. El SMSL es excepcional por encima de los 12 meses de edad.

Contras del uso del chupete

• Confusión entre el pezón y el chupete (debido a la distinta forma de succionar).
• Que el bebé reciba menos tomas porque se le da el chupete en lugar de ofrecerle el pecho.
•  Reducción en la producción de la leche materna debido a la reducción de tomas y, por tanto, una reducción en la ganancia de peso en el bebé.
• Maloclusión dentaria ya que se cree que puede deformar la boca y el paladar. Si bien los dentista refieren que es necesario una succión de la menos 6h diarias para causar deformidades y que estas serán reversibles en su mayoría siempre y cuando el chupete se retire antes de los 3 años de edad.
• El uso del chupete también ha sido vinculado a un destete más temprano y un período de tiempo más corto de lactancia materna exclusiva. Aunque se necesitan más estudios para demostrar las razones por las que esto ocurre.

Chupete y lactancia materna

En este enlace podéis acceder a las recomendaciones actuales que hace la AEP sobre el uso del chupete cuando se está amamantando al bebé.

Cuándo y Cómo retirarlo

La succion no nutritiva

Para entender el uso del chupete debemos hablar de la succión no nutritiva, es decir, de la necesidad de la succión no solo con el objeto de alimentarse.

Los bebés nacen con una intensa necesidad de succión, completamente adecuada a su naturaleza. Mamar les alimenta y les calma, el pecho además de fuente de leche está ahí para ofrecerles calma y sensación de paz. Succionar mucho es conveniente, sobre todo al principio, cuando es la succión continuada la que va aumentando y regulando la producción de leche. En mamás que no dan el pecho a menudo se recurre al chupete para permitir esta succión no nutritiva, sin embargo, como vemos, en madres que lactan al pecho podría ser el mismo pecho su «chupete». Esta necesidad de succión no nutritiva disminuye con la edad de modo que entre los 12 y los 18 meses llega a desparecer; sin embargo, para entonces, el niño ha creado un hábito, una rutina, que como todos los hábito y rutinas se establecen como normales y necesarios, pero esta es una necesidad creada, no real. Podemos además incurrir en el error de establecer un vínculo claro entre el chupete y ciertas situaciones (llanto-chupete, estoy malito-chupete, sueño-chupete…) que perpetúen el uso del mismo y que creen aún más dependencia, manteniendo en los hijos hábitos de «bebés» y favoreciendo que aparezcan los problemas derivados del uso excesivo del mismo.

Edad de retirada

Respecto a la edad de retirada las opiniones son diversas, y si bien la asociación española de pediatría (AEPED) sugiere el año y medio como edad ideal para iniciar su retirada, la asociación española de odontólogos insiste en que el plazo puede alargarse hasta los 3 años, ya que insisten en que las deformidades dentales y de paladar producidas por el chupete serían reversible siempre y cuando no lleguemos a superar el límite de los 3 años.

Desde mi punto de vista, ya que no soy odontóloga y el niño para mí es un completo, y no solo me preocupa la deformidad dental, entiendo que a medida que el niño madura debemos favorecer el tránsito de bebé a niño y por lo tanto ayudar y apoyar el abandono de hábitos de lactantes. Es recomendable que a partir del año y medio, los bebés empiecen a usar el chupete sólo para dormir, y a mi juicio una buena edad límite serían los 2 años.

¿Cómo hacerlo?

Tenemos 2 opciones y el uso de una u otra dependerán del carácter del niño y de su madurez.

• En la primera opción estamos ante un niño al que podemos explicarle que el chupete es un habito de más bebé y que él es ya mayor y lo mejor es ir retirándolo. Este niño es probable que permita retirada paulatina con uso cada vez más limitado del mismo hasta desaparecer.
• En el segundo supuesto, es difícil que el niño entienda una retirada paulatina y aunque igualmente debemos ofrecer explicaciones que justifiquen la retirada del mismo, esta será brusca. Suelen usarse trucos, como decir que se lo vamos a cambiar los reyes magos por regalos, o que se lo damos a otro bebe porque él es mayor…
  Existe en Estocolmo «el árbol de los chupetes» donde los niños pueden abandonar el suyo cuando dan el paso de bebé a niño y se convierte de este modo en una ceremonia y un símbolo de madurez. Podéis, del mismo modo, alentar a que abandonen su chupete en la consulta de pediatra donde pueda permanecer expuesto (estaría encantada en tener mi propio árbol de chupetes) y pueda verlo orgulloso a lo largo de su infancia.

Recordemos

Debéis elegir el momento adecuado también para vosotros. Este cambio puede requerir más atención por vuestra parte y es por ello que os aconsejo que a ser posible aprovechéis unas vacaciones (ideal de navidad, porque así los reyes magos podrán llevarse su chupete)

Debemos hacer un refuerzo positivo, destacando el gran logro que supone el abandono del chupete y por contra, no debemos gritarle ni enfadarnos con él.

Siempre insisto a los padres en que una vez que hemos tomado la decisión, debemos ser consecuentes y no ceder ante la primera dificultad, es por esto, que asumiendo de entrada que sois blandengues ante un ruego con llanto de vuestro hijo, os insto a TIRAR TODOS LOS CHUPETES que existan en la casa, de este modo no habrá posibilidad de ceder.

Existen libros (cómo no, viva la crianza como negocio) sobre la retirada del chupete a modo de cuento infantil que en un momento dado también puede serviros de apoyo.

En general; y esta es mi aportación final; el chupete es un modo de relajarse, de consolarse, y debemos empoderar a nuestros hijos para lograr estos mismos efectos sin depender del chupete. Es un buen momento para acercarlo a la música, acariciarlos, jugar con ellos… Podemos introducir una nueva rutina agradable como leer un cuento al ir a dormir. Ayudemos a nuestros hijos, ya no bebés, a enfrentar las situaciones de estrés y ansiedad de un modo sano sin elementos de sustitución!!!