Cuando comer da miedo: Happy Halloween

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Mi propósito con este post no es explicar aquí y ahora acerca de intolerancias y alergias, si no llamar un poco a la cordura en estos tiempos convulsos en los que todo amenaza con matarnos… ¡Pero cómo no, si estamos vivos! ⁣⁣
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Mi opinión personal es que nos estamos volviendo locos con la alimentación y comer se está convirtiendo en un acto frío, aséptico e incluso hostil porque en esta era del miedo a la carne, de la intolerancia universal a la lactosa, de la obsesión por conocer el origen de todo lo que comemos y medir los alimentos en porcentajes de más o menos cancerígenos comer ya no es un placer si no una ruleta rusa, y luego nos quejaremos de hijos malos comedores… Pero qué miedo enfrentarse cada día a una nueva comida que potencialmente puede matarme…
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Si hablamos de cifras os diré que el porcentaje estimado de la población intolerante a la lactosa oscila llegando a reconocerse en hasta un 80%.⁣⁣
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¿Quiere decir eso que tengo retirar la lactosa de la dieta de mi hijo? ⁣⁣
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PUES NO.⁣⁣
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¿Quiere decir eso que debo hacerle un test de intolerancia a la lactosa a mi hijo? ⁣⁣
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PUES NO, no salvo que presente síntomas que nos lleven a pensar que sea intolerante y que la retirada de lactosa en ese caso pudiera eliminar la sintomatología⁣⁣
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¿Y eso como lo sé?⁣⁣
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Pues porque debe ser evaluado por un médico. ⁣
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Parece que a pesar del creciente interés de la población por la alimentación se ningunea el papel del médico en la misma y con frecuencia cualquiera se erige en dueño de la verdad y decide porque sí retirar lactosa, dar leche de soja o incluso retirar el gluten a niños sanos… ⁣⁣
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Somos lo que comemos, sí, y somos mucho más. ⁣⁣
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La dieta es fundamental y debe ser sana y variada. Disfrutemos de la dieta mediterránea tan alabada y dejémonos de terrores. ⁣⁣

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𝐌𝐞𝐧𝐨𝐬 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨 𝐚𝐥 𝐚𝐜𝐞𝐢𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐥𝐦𝐚 𝐲 𝐦𝐚́𝐬 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐬𝐩𝐢𝐭𝐨𝐬, 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐨𝐬 𝐧𝐨 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐝𝐞 𝐝𝐨́𝐧𝐝𝐞 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐲 𝐬𝐢𝐧 𝐞𝐦𝐛𝐚𝐫𝐠𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐲𝐞𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐝𝐢𝐞𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨𝐬 𝐧𝐢ñ𝐨𝐬.⁣⁣
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¡Bon Apettit!
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